NIKOLE TURSI,crear le da alas

septiembre 27, 2019

Trabajó en el área de vestuario del Teatro Colón. Luego llegó al London Hat Week. Ganó el premio Colbert con sus sombreros que entrega la UNESCO a artesanos.

Nikole es argentina. Pronto la reina Máxima usará uno de sus diseños. Y hoy llega a mi blog mostrando su talento.

--¿Cada sombrero que haces es único y especial?

Me encanta combinar materiales, técnicas y herramientas de diferentes áreas para crear algo nunca antes visto, creo que el mundo de la sombrerería es infinito. Esta es la razón principal por la que me atrae tanto.

Me gusta mantenerme fiel al trabajo artesanal. Eso es lo que hace especiales a mis piezas: las horas y dedicación que lleva cada una se nota en cada detalle. No solo hablando de la pieza en sí, todo lo que tiene que ver con la entrega. Desde la caja, las etiquetas. Todo está conectado. Ahí es cuando te das cuenta que nadie nunca tendrá una pieza igual a la tuya.

El Infinito es infinito, entonces, ¿por qué hacer una réplica si siempre puedes hacer algo nuevo y diferente? La evolución es continua.

--¿De dónde te llegan las telas, los materiales que utilizas para crear tus sombreros?

La mayoría de los materiales con los que vengo trabajando son parte de mi colección. Siempre que algún material me llama la atención, ya sea una tela, una herramienta en alguna ferretería, o hasta algo que no tenga nombre pero cuando lo veo se en que lo puedo convertir, me lo llevo. ¡Por mas que no este buscando ese material para una pieza en especial. Cuando encuentro estas cosas, tarde o temprano se convierten al algo maravilloso! No me gusta salir a comprar para crear. Justamente lo que mas disfruto es jugar en mi taller con los materiales que voy combinando.

Tengo materiales de ferreterías, de retacerías, de locales vintage que cerraron hace años, tengo telas de París, de Londres, de Buenos Aires.

Algo que me encanta de Londres es que la variedad de materiales es espectacular.Me llegan muestrarios a mi casa todas las semanas de nuevas cosas que me hacen volar de ideas.

--¿Siempre te gustaron los sombreros o te gustaba diseñar otras cosas?

Siempre me gustaron los sombreros. Desde chica los usaba y coleccionaba. Pero no sólo hago sombreros. Diseño el conjunto entero. Antes de enfocarme en los sombreros tuve mi marca de indumentaria y otra de trajes de baño.

--¿Cómo llegas a Londres con tu arte?

En febrero del 2018, el primer día que volví a trabajar al Teatro Colón después de las vacaciones, me di cuenta que ya había cumplido mi etapa ahí. Sabía que al año siguiente quería estar en Europa. Porque quería algo mas. Ahí fue cuando empece a estudiar francés. Salia del teatro y me cruzaba a la Alianza Francesa.

Mi idea era irme a vivir a París porque estaba pensando en Alta Costura. Pero estaba abierta a que algo me tenía que llevar a Europa. No quería ir al aire.

Entonces a fines del 2018 me convocaron para participar del London Hat Week. Duraba dos semanas, pero yo en el fondo sabía que lo más probable era que no volviera. Me saqué un pasaje por un mes. Pero al segundo de pisar Londres sabía que no iba a volver.

Hoy me siento en casa. Veremos si París vendrá en un futuro.

--¿Quiénes usan tus sombreros? ¿Quiénes son tus clientes?

Todo está creado para convertirse en las piezas favoritas dentro del vestidor de cada persona que las adquiere. Mi cliente es el que sabe admirar esta pasión y amor detrás de cada una de mis creaciones.

--Me parece que tu gran sueño debe ser que la reina Isabel use tus sombreros. ¿Alguien de la nobleza los ha usado ya?

¡Una de las metas que tengo ahora en mente es lograr que la Reina Elizabeth lleve un sombrero negro, y con orgullo, claro!

Estoy a punto de empezar una pieza muy especial que es para la Reina Máxima.

--¿Cómo eran esos paseos con la familia por el barrio de San Telmo de chica? Alli conseguías los retazos, las telas antiguas.

Cuando iba a San Telmo ya no era tan chica. Iba sola. Trabajé por San Telmo en un período y siempre me escapaba a los locales me que volvían loca y me podía pasar horas.

Los paseos que me hacen recordar a la pregunta que me haces vos son a Once. Me acuerdo la primera vez que me subí a un colectivo, con mi abuela, camino a once. Y me acuerdo que todos la conocían, en todos los locales de telas. Ella me introdujo a este camino. Yo diseñaba y ella me hacía los vestidos. ¡Cuando terminé el colegio y empecé a estudiar indumentaria, me quedaba a dormir en su casa porque me quedaba mas cerca de donde estudiaba y siempre aprovechábamos a hacer algo de eso, y jugar a la carioca con las cartas también ! jajajaja.