BELÉN DE LA CRUZ,sabores argentinos
Una argentina que abrió su negocio llamado Belén de la Cruz - Empanadas & Pastries en Atlanta, EE. UU. Recién comienza con su local abierto al público y mostrando las ricas dulzuras que van a probar sus clientes. Pero seguro llegarán cosas más ricas pronto.
--Cuéntame dónde naciste por favor.
Nací en Buenos Aires. A los 17 me mudé a Estados Unidos. Estudié y trabajé en diferentes ciudades. La distancia era difícil sin tecnología en esa época. Cuando me sentía muy sola volvía a recargar pilas a Argentina, en una de esas vueltas conocí a mi marido. Por su trabajo nos mudamos a Brasil, México y hace 4 años aterrizamos en atlanta.
--¿Cómo comenzaste con tu negocio en Atlanta?
Todo comenzó con mis clases, enseñar lo que es una empanada. Enseñar al americano nuestros sabores. Y un día mi hermano me propuso abrir un local. ¡Me parecía una locura, así que recién 6 meses más tarde lo abrimos! Llevamos 7 días abiertos y ya vendimos más de 5000 empanadas.
--¿Y cómo empezas a cocinar?
Cuando me mudo a Atlanta empiezo a cocinar. Porque me agarró una obsesión con el tema de que todo tenía mucho conservante. Y en una oportunidad fui a un cumpleaños y llevé una torta y me preguntaron si quería venderla o hacerla por encargo. Y yo siempre decía que no. Y a mi me parecía imposible poder hacer una promoción de una caja de alfajores. No sentía que tenía las herramientas. Me la pasé dos años cocinando. Y un día llegó una amiga que se mudaba a Atlanta también, yo siempre le tiraba tips de como cocinar, un día me dijo porqué no daba clases. Nunca se me ocurrió que yo podía hacer tal cosa. Hicimos una clase de prueba y sentí como que había dado clases toda mi vida. Así que ahi mismo me puse a dar clases a americanas sobre empanadas. Y los últimos años di a mas de 300 alumnas. Aparte vendiendo repostería.
--¿Cómo comenzaste con tu negocio?
Luego de dar clases por dos años y vender repostería mi hermano me viene a visitar y me insiste en que teníamos que abrir un negocio. Yo le contaba que mis alumnas americanas después que les enseñaba no sabían donde ir a comprar porque no había ningún negocio que vendiera empanadas en Atlanta. Así que mi hermano me propuso que alquiláramos un local. Julio de 2019, en agosto encontramos el lugar. En Octubre empezamos la obra y ya llevamos 11 días con el negocio abierto al público.
Cuando me mudo a Atlanta empiezo a cocinar. Porque me agarró una obsesión con el tema de que todo tenía mucho conservante. Y en una oportunidad fui a un cumpleaños y llevé una torta y me preguntaron si quería venderla o hacerla por encargo. Y yo siempre decía que no. Y a mi me parecía imposible poder hacer una promoción de una caja de alfajores. No sentía que tenía las herramientas. Me la pasé dos años cocinando. Y un día llegó una amiga que se mudaba a Atlanta también, yo siempre le tiraba tips de como cocinar, un día me dijo porqué no daba clases. Nunca se me ocurrió que yo podía hacer tal cosa. Hicimos una clase de prueba y sentí como que había dado clases toda mi vida. Así que ahi mismo me puse a dar clases a americanas sobre empanadas. Y los últimos años di a mas de 300 alumnas. Aparte vendiendo repostería.
--¿Cómo comenzaste con tu negocio?
Luego de dar clases por dos años y vender repostería mi hermano me viene a visitar y me insiste en que teníamos que abrir un negocio. Yo le contaba que mis alumnas americanas después que les enseñaba no sabían donde ir a comprar porque no había ningún negocio que vendiera empanadas en Atlanta. Así que mi hermano me propuso que alquiláramos un local. Julio de 2019, en agosto encontramos el lugar. En Octubre empezamos la obra y ya llevamos 11 días con el negocio abierto al público.
--¿Fue fácil abrir el negocio?
Como cualquier lugar del mundo, como cualquier negocio no es fácil. Lo que si tiene Estados Unidos, es que empuja mucho a lo que llaman ellos el negocio pequeño o independiente. Y la verdad que desde los inspectores o la municipalidad nos dieron un montón de apoyo. Hay que seguir la reglas a rajatabla porque sino no podes ni avanzar medio paso. Pero te ayudan mucho y te instruyen mucho.
Como cualquier lugar del mundo, como cualquier negocio no es fácil. Lo que si tiene Estados Unidos, es que empuja mucho a lo que llaman ellos el negocio pequeño o independiente. Y la verdad que desde los inspectores o la municipalidad nos dieron un montón de apoyo. Hay que seguir la reglas a rajatabla porque sino no podes ni avanzar medio paso. Pero te ayudan mucho y te instruyen mucho.
--¿Cómo nace tu amor por la cocina?
Por mi mamá. Ella siempre cocinó un montón. Y siempre se comió en casa comida muy rica, casera y muy elaborada. Y todos somos de comer un montón. Y no sólo pasa por la comida o tener un plato lleno de comida, sino toda la ceremonia de la mesa y lo que la mesa representa. La familia, la sobremesa, siempre disfrutamos un montón. Siempre decimos que una comida en mi familia es una mesa llena de cosas.
Por mi mamá. Ella siempre cocinó un montón. Y siempre se comió en casa comida muy rica, casera y muy elaborada. Y todos somos de comer un montón. Y no sólo pasa por la comida o tener un plato lleno de comida, sino toda la ceremonia de la mesa y lo que la mesa representa. La familia, la sobremesa, siempre disfrutamos un montón. Siempre decimos que una comida en mi familia es una mesa llena de cosas.
--¿Cómo haces los repulgues, a mano?
Los repulgues en las clases siempre las enseñé. Y te diría que eran unas de las cosas más divertidas para enseñarles a las americanas.
En el local las hacemos a máquina porque acá no hay gente que sepa repulgar, entonces tendríamos que tener un especialista. Y la verdad la mano de obra es tan cara que si el especialista te falta se te frena el negocio. Entonces decidimos hacerlas a máquina, por eso implementamos el sello para poder diferenciar cada empanada. Es un sello con tinta de caramelo.
--¿Al local lo decoraste y diseñaste vos?
Sí, al local lo diseñé y decoré yo. Desde el momento que lo vi y era un lugar horrible, oscuro y marrón. Me imaginé esto que pudimos lograr. Un local súper luminoso y moderno que nos da un aspecto de limpio. Estamos muy contentos con lo logrado.
En el local las hacemos a máquina porque acá no hay gente que sepa repulgar, entonces tendríamos que tener un especialista. Y la verdad la mano de obra es tan cara que si el especialista te falta se te frena el negocio. Entonces decidimos hacerlas a máquina, por eso implementamos el sello para poder diferenciar cada empanada. Es un sello con tinta de caramelo.
--¿Al local lo decoraste y diseñaste vos?
Sí, al local lo diseñé y decoré yo. Desde el momento que lo vi y era un lugar horrible, oscuro y marrón. Me imaginé esto que pudimos lograr. Un local súper luminoso y moderno que nos da un aspecto de limpio. Estamos muy contentos con lo logrado.
Si quieren ver fotos o saber más sobre su negocio, visiten su sitio web en:
http://www.belendelacruz.com
Gracias a Belén por aceptar mi entrevista. Y yo feliz de mostrar a los argentinos que dejan nuestros sabores por el mundo.
Leticia Teresa Pontoni.
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