MIGUEL GARROCHO,cambiando vidas

febrero 11, 2020

Fue un gran ejecutivo de la discográfica SONY MUSIC, BMG, EMI CAPITOL y de WARNER MUSIC. Ha trabajado junto a Maná, Laura Pausini, Jesse & Joy, Miguel Bosé, Luis Miguel La Ley, La Quinta Estación, etc.

Y un día decidió dejar todo eso y dedicar sus horas y su vida a otra cosa muy diferente. Se preparó, estudió. Ahora es coach y ayuda a los demás a reflexionar sobre ciertos dramas que aquejan sus vidas. Es un comunicador nato. Un life/coach.

--Y un día decidiste abandonar las discográficas Warner y Sony también. ¿Por qué?

Encontré que mi propósito en la vida no era ese; me encontraba vacío en lo personal.

Cuando empecé a interiorizarme sobre el tema del coaching reprogramé muchas de mis creencias y me encontré conmigo mismo. Vi que lo que quería era ayudar a otros a cruzar puentes que no podían cruzar solos.

Afortunadamente en la actualidad estoy viviendo ese sueño, me gusta dar pláticas, me gusta hacer sesiones de coaching; me gusta causar reflexión, no soy motivador, me considero más un reflexólogo, invitando a la reflexión porque una vez que la reflexión entra en tus emociones no queda más que encontrar respuestas.

--¿Puedes contarme sobre tus trabajos junto a figuras como Laura Pausini y el grupo Maná?

Con Laura trabajé mucho; es una persona hermosa, encantadora, y le gusta trabajar, es incansable; estuve durante varios años apoyándola en la parte de estrategias de mercadeo de su carrera, de radio, promociones, premios, estar en sus conciertos.

A los Maná los conozco desde los años ‘80 y me ha tocado entregarles varios discos de platino por altas ventas, pero debo decir que ese no es mi mayor éxito; considero que mi mayor éxito es ayudar a quienes me consultan como coach a encontrar las razones de sus problemas emocionales.

--¿Cómo orientas a las personas en situaciones complejas?

No diría que oriento; tampoco que doy consejos: lo que hago es incomodar al inconsciente de mis pacientes; allí es donde se incrustan todos los dramas. Al inconsciente no le gusta que lo encuentren y le gusta empujar a mentir para despistar al enemigo.

En mis sesiones incomodo con preguntas; con las personas viajamos en el tiempo hasta llegar a la costra de la herida que sigue soltando pus. La gracia es llegar adonde se realizó esa herida para rasparla y sanarla. Las heridas mal sanadas no dejan vivir.

--¿Cómo podemos generar menos estrés sobre nuestro cuerpo?

Para sentir el estrés justo y necesario es importante entender que la vida es como es y no puedes hacer nada para cambiarla. Como la observas es como la vives. Si la observas como es, comprendes que el trabajo es como es, que la novia de uno es como es, te angustias menos. No hay que prestarle atención a las cosas que no están en nuestro control; no nos angustiemos por un futuro fatalista, que no existe.

--¿Así que en tu adolescencia fuiste parte de una banda de rock? ¿Cómo sucedió?

Mi niñez fue sombría y solitaria, y en mi búsqueda de identidad quería mostrar a mis padres que podía ser algo ya que no me iba muy bien en la escuela. Me recluía en el anonimato, en el rincón de los lamentos, hasta que un día, por alguna razón, me di cuenta de que sería lindo tener muchos amigos. Sentí que la solución podría estar por el lado de la música, tocando algún instrumento, por lo cual aprendí a tocar la guitarra en dos meses y realmente funcionó porque a los dos meses empecé a tener muchos amigos. Luego formé parte del grupo de rock, que se llamaba Gafas e hicimos numerosos conciertos.

--¿Qué sentimientos llegan a tu corazón cuando le hablas a las personas, tratando de ayudarlas?

En las sesiones uno a uno dejo mis emociones y sentimientos a un lado para que no me contaminen y pueda ser lo más objetivo e imparcial posible. Un coach no debe meterse en el consuelo ni en el drama para no perder el foco. Otra cosa es cuando doy pláticas para grupos de personas: allí síi me emociono mucho y trato de generar reflexiones, conflicto, confusiones, contradecirme para generar nuevas verdades; incluso reto a la audiencia para que el mensaje sea más profundo y, sea lo que sea, que se lleven un efecto mariposa: el de tocar con palabras a los demás.

--¿Cómo ves el futuro?

Desde mi óptica el futuro no existe, y el pasado termina donde el futuro comienza. Sólo existen el impacto emocional que el pasado y el futuro generan sobre nosotros; recomiendo el perdón sobre el pasado y el desapego por el futuro para tener una vida más plena y viajar ligero.