MARCELO AÑEZ,mix sabroso de notas y armonías

Es de Caracas, Venezuela y vive en New York. Es Ingeniero de Sonido. Tiene más de 30 años de carrera. Y ha ganado cuatro Grammys: uno con Thalía, otro con Gloria Estefan, otro con el grupo "Los Amigos Invisibles" y otro con Shakira. Y le encanta también cocinar. Veamos lo que nos cuenta.


--¿Te gusta cocinar sólo para amigos y familia o lo haces en un restaurante?

Nunca he trabajado en un restaurante.  La cocina para mi siempre ha sido algo conectado con la familia y con una búsqueda de los placeres de la vida.  Hasta cuando me cocino algo simple a mí mismo para mis comidas diarias, el sibarita en mi siempre esta presente.  Y es realmente algo de familia.  Mi papá es respetado como un gran cocinero entre amigos y familiares, y yo crecí en ese ambiente, donde las fiestas de la casa eran en la cocina, con mi papa cocinando ahí entre amigos.  Aunque nunca lo hicimos profesionalmente, fue siempre por el puro placer de hacerlo.


--¿Que es Olive Oil & Knife?

Olive Oil & a Knife es un proyecto que tenía años dándome vueltas en la cabeza.  Empezó con los elogios que recibía este tapenade de aceitunas y tomates secos que preparo y que siempre llevaba a fiestas y reuniones.  Varias veces, distintas personas mencionaron lo mismo, “¿Cuándo vas a vender este tapenade para poder comprarlo siempre y tenerlo en mi cocina?”  Recibí ese elogio tantas veces que este año decidí intentarlo. Empecé ofreciendo online a amigos, solo unos frascos de tapenade, y la gente reaccionó bien.



--¿Decime por favor cómo fue recibir un Grammy?

Bueno, fue en realidad un proceso lento.  Recibí unas nominaciones en los primeros Grammys Latinos en el año 2000, entre ellas estaba el primer álbum en vivo de Shakira, uno de esos álbums de la serie 'MTV Unplugged'.  No ganamos nada ahí, pero fue un placer asistir al evento en Los Ángeles, eso fue muy emocionante.  Unos meses después, ese mismo álbum recibió una nominación en los Grammys americanos, en una categoría donde solo el artista estaba nominado.  No incluía a los productores e ingenieros.  Entonces no fui al evento.  Vi a Shakira ganar por televisión y me alegre mucho por ella.  Unas semanas después, estaba almorzando en un restaurante en Miami Beach, y recibo una llamada de un amigo explicándome que hubieron unos cambios en las reglas de los Grammys ese año, y resultaba que los ingenieros y productores del álbum si debimos haber recibido el premio esa noche, junto con Shakira.  Unas semanas después recibí el premio por correo con una carta explicando el malentendido.  Para mi el verdadero placer fue hacer la llamada a mis padres ese día desde el restaurant para darles la noticia. 



--Cuéntame más sobre los Grammys y sobre tu trabajo que se nota que amas hacerlo.

No quiero dejar de mencionar a "Los Amigos Invisibles".  Ese fue mi cuarto Grammy en el 2009 con el album Commercial.  Tengo muchos recuerdos, casi todos buenos, de trabajar con esos grandes artistas del pop latino en Miami.  Mucho talento, a veces mucho stress por la presión de las disqueras. Pero ese álbum de Los Amigos fue distinto.  

Adoro mi trabajo, estoy siempre feliz en un estudio de grabación.  Pero el álbum de Los Amigos Invisibles, lo recuerdo entre las sesiones de grabación más memorables que he tenido en mi carrera.  Yo era fan de su música antes de conocerlos, y nos metimos por cuatro días en un delicioso estudio en Soho, en New York City, The Magic Shop (ya no existe ese lugar).  Era un estudio lleno de equipos vintage, de esos equipos viejos que huelen a historia y suenan a gloria.  La música estaba excelente, todo muy buena vibra.  Lo grabamos al estilo old school, con la banda entera tocando en el estudio al mismo tiempo.  Es la manera más sabrosa de grabar música.  Como ingeniero, yo en la consola me siento como otro músico de la banda.   



--Tu próximo proyecto con la música, ¿cuál es?

Acabo de terminar de grabar, producir y mezclar un álbum de una banda de rock de Colorado.  Unos muchachos jóvenes desconocidos, todavía están debatiendo cuál nombre usar para la banda.  Por ahora se llaman Divinorum.  Yo he trabajado en pocos álbumes de rock en mi carrera.  Aunque soy un fan del género, la vida siempre me llevó a trabajar en el mundo del pop, dance, la música clásica, y otros géneros.  Me encanta haber explorado tantos estilos de música en mi carrera, pero siempre sentí que me gustaría tener más guitarras eléctricas con overdrive en mi vida.  Entonces gocé muchísimo este álbum.  Grabamos en un estudio en Denver, Colorado, que tenía una pared de amplificadores de guitarras, y ahí yo estaba en el Cielo.  



--Esa pasta o puré que ya es tu marca debe ser muy rica. ¿Con qué ingredientes la haces?

Mi Tapenade rojo es un puré hecho con aceitunas kalamatas, unos tomates secos que yo preparo macerándolos en aceite de oliva y hierbas por unos 10 días, piñones tostados, albahaca fresca.  ¡Es delicioso!  Los tomates secos me quedan tan ricos que los empece a vender solos tambien.  Y tengo unos tés tipo Masala Chai, ese té de la India preparado con especias.  Son cosas que me encantan a mi tener siempre a la mano en mi cocina, de esas cosas básicas que le salvan el dia a uno.  Por eso use el nombre Olive Oil & a Knife.  Aceite de Oliva y un Cuchillo.  Son cosas esenciales en una cocina.


--¿Qué es lo mejor de tu trabajo como Ingeniero de sonido?

Me imagino que te gustaría oír mas historias de celebrities, pero como vez, mi pasión es por los equipos, los estudios, los procesos de creación de la música, las horas en el estudio grabando a un músico talentoso.  Haciendo de psicólogo al mismo tiempo de ingeniero, ayudando a algún cantante para sentirse completamente en relax para poder sacarle su mejor performance.  
A Shakira, por ejemplo, una vez el productor y yo la sentíamos tensa, incómoda al principio de una sesión de grabación.  Entonces en un break me metí en la cabina de grabación y le puse unas velas, apague la luz, trate de transformarle el espacio para que dejara de pensar en el estudio y solo pensara en la canción.  
Al sentirse a oscuras me preguntó, -“¿Puedo apagar las velas? ¿Me puedo quedar en oscuridad total?  ¿Puedo agarrar el micrófono en la mano como hago en un concierto?”  Y ahí empezó a cantar delicioso, sin tensión alguna.  

Esos son los momentos que recuerdo con más cariño.  Cuando conectamos con la música, con el momento de creación.


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Gracias a Marcelo por aceptar visitar mi blog y traer música para alegrar el alma.

Leticia Teresa Pontoni.

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