EL PERRO FELIZ, muchísimo amor, respeto y empatía

Ellos son un grupo de personas de Bahía de Caráquez, Ecuador. Hoy conversamos con su directora y fundadora, Verónica Fernández. 

Luego del terremoto del año 2016 y viendo la cantidad de perros solos, tristes, abandonados, seguramente golpeados, heridos, formaron esta fundación y albergue que lucha cada día por ellos. El abandono, la poca mirada al costado de los animales callejeros hace que su número de residentes aumente. Pero hacen tanto por ellos que hoy están agrandando su hospital para darles una mejor atención. Quien quiera acercar su ayuda puede comunicarse con ellos. Abajo les dejo sus redes sociales. 

Rescatan perritos y no sólo perritos, y les cambian sus vidas. Les brindan no sólo cuidados sino también amor. Todo esto es necesario cuando tienes animalitos. Amor, cuidados y respeto. Quizás puedas adoptar a uno de ellos y regalarles a algunos de ellos una vida diferente. 

--No sólo tienen perros, gatos en el albergue. También hay otro tipo de animales rescatados. ¿No?

Tenemos 3 burritos rescatados, una chancha que se llama Pepa y dos borregos que se llaman Adán y Eva. Todos rescatados de situaciones de peligro. 

--Hay muchos animalitos en las calles. ¿Cómo llegan a saber de ellos, quiénes les ayudan en su obra?

Generalmente nos escriben, se comunican por las redes sociales a reportar casos. Todos los días recibimos más de 40 peticiones de rescate en distintas partes de nuestro país e incluso fuera del país, no se dan cuenta que estamos en Ecuador. 

--¿De dónde les llega la ayuda para cuidar y albergar a 500 animales? Son muchos.

El albergue se mantiene por donaciones de empresas privadas y un porcentaje más pequeño con los padrinos del albergue. Los padrinos son personas que  escogen un perrito de los que tenemos y les dan un aporte mensual de 20 dólares, eso nos ayuda a solventar un poco los gastos. 

--Excelente lo que hacen enseñando y concientizando sobre el trato que debe darse a los animales. ¿Enseñan sólo en escuelas, a los niños o tambien a los adultos?

Invitamos a escuelas a que vayan al albergue y ahí les damos a los chicos un curso de rescate animal, así les enseñamos todo lo que se necesita saber sobre la fauna urbana. 

A los adultos tratamos de hacerlo a través de las redes sociales con vídeos de esterilización o cuidado de perros mayores y vacunación. Siempre con los adultos es más difícil por lo que es un tema cultural. Pero igual insistimos con los videos que hacemos. 

--No sólo cuidan de ellos sino también cuidan al planeta ya que plantan árboles en el albergue. 

El 90 % de los árboles han sido comprados. Hemos sembrado 3500 guayacanes que es una especie de la zona y 450 ceibos que también es un árbol de la zona. Manabí es bastante seco y sólo recibimos  lluvias 4 meses al año. Eso sumado a la deforestación por agricultores inescrupulosos  que ponen  a la fauna silvestre en peligro. Es por eso que estamos tratando de reforestar. 

--¿Quiénes trabajan en el albergue? Hay veterinarios y voluntarios también. 

En el albergue tenemos 6 veterinarios a tiempo completo. 8 chicos que trabajan directamente con los perritos, alimentándolos, limpiando los cuartos, llevándolos a pasear a la montaña. Un guardia en las noches por si hay alguna pelea, y la señora de la limpieza. 

--¿Qué ayuda necesitan? Ojalá alguien lea esta entrevista y pueda ayudarlos y donar para los residentes. Se que están agrandando el hospital.

Siempre son bienvenidas las donaciones de todo tipo. Ahora efectivamente estamos agrandando el área del hospital pues nos ha quedado pequeña. Pero siempre hacemos mejoras. O compramos equipo para la clínica. Hay tantas necesidades que todo es bienvenido siempre. 

Sus redes sociales donde pueden encontrarlos y comunicarse son:

-Instagram: @elperrrofelizorg

-Facebook: El Perro Feliz

-Sitio web: http://www.elperrofeliz.org 

Gracias a Verónica por aceptar mi entrevista. Es un placer poder hablar sobre los animalitos que ellos rescatan y conocer lo que hacen. Hay tantos animalitos que precisan de nuestra ayuda. Por acá, por allá, olvidados, tristes, heridos del alma. Sólo debemos mirar un poco al costado, por donde caminemos y los veremos. 

Leticia Teresa Pontoni.