SERAFÍN ROBERT, el joven genio de la fotografía


El es de Agua de Oro en la provincia de Córdoba en Argentina. Tiene 19 años. Es fotógrafo de naturaleza. Vive en las sierras chicas. Esta zona tiene una fauna muy rica, sobretodo de pájaros. 

Sus fotos son más que bellas. Sabe lo que quiere y siempre está atento a la naturaleza. Tiene ese ojo especial que tienen los fotógrafos que seguro son pocos y únicos. Hay personas que ya nacen profesionales de la carrera que luego abrazan. 

Hoy tengo la suerte que pase por mi blog. Veamos qué nos cuenta.


-¿Cuándo decidiste hacer fotografía de naturaleza o siempre te gustó?

-Empecé a sacar fotos a los 11 años. Fue un día digamos cuando empezó todo, al mismo tiempo que mi amor por las aves. Yo todas las siestas me trepaba a un árbol que había en casa a descansar ahí, a estar en el árbol, o a leer. Y un día me subí al árbol y miré un picaflor cometa, que en ese momento no sabía que era, sabía que era un colibrí, un picaflor, y se posó al lado mío el picaflor, se ve que era como su árbol. 

Y lo mire así un rato, estuvo ahí, era un picaflor con cola larga, roja y naranja, todo colorido, parece un ave del paraíso. Así que chocho fui  a mi mamá y le dije, che ma, hay un picaflor, tenía 11 años. 

Teníamos los libros de mi abuelo que el era observador de aves y yo había heredado los libros, unos libros viejos. Y mi mamá buscó los libros y me los dio y ahí vi el picaflor y le quise sacar una foto al toque, con la camarita familiar que teníamos. Y ahí empecé digamos a partir de ese día, empecé a buscar en el libro las aves que veía alrededor  de mi casa, y sacarles fotos con la camarita familiar a través del binocular de mi abuelo también. Tenía unos binoculares que yo heredé de el. Sacaba fotos a través del binocular con la camarita. Esos fueron un poco los comienzos. 


-Vendes rompecabezas, vendes cuadros, almanaques, señaladores. Hay un mundo de cosas para poder vender para el que es artista. ¿Qué más cosas te gustaría vender? 

-Sí, a lo largo de he tenido numerosos proyectos que llevé a cabo para sustentar la actividad y mejorar los equipos, viajar. El primer proyecto que hice, creo que en 2018 fue un almanaque 2019 y con fotos, bueno, en realidad mi primer proyecto no fueron las fotos con las aves, fue hacer velas artesanales, con eso me compré mi primera cámara compacta, cuando tuve la cámara y pude mejorar un poco las fotos, hice el almanaque, y bueno ya es el sexto año consecutivo que hago el almanaque, ahora tengo 19 años, y después del almanaque también empecé a hacer rompecabezas, estuve haciendo enmarcaciones con mis fotos. Las imprimía y hacía cuadros y también hago señaladores. Y me gustaría en algún momento, hacer a futuro un libro con mis fotos.


-¿Cómo haces para sacar la foto? Porque hay que ser un gran fotógrafo, muy especial, sobretodo cuando acomodas tus elementos, tus cosas, los trípodes o tripiés para colocar la cámara de fotos. Y no hacer el mínimo ruido. Los animales tienen oídos para percibir cualquier movimiento.

-Sí, para sacar las fotos tiene sus dificultad, porque sí, como decís vos, las aves particularmente y los animales son muy esquivos y reacios a los humanos, ¿viste? Y cuando uno se intenta acercar por lo general se van, a menos que sea un individuo confiado o que sea una especie urbana, acostumbrada al hombre, como decirte un gorrión, un chingolo, una paloma, una torcaza. Así que tiene su dificultad. Lo principal creo que es la paciencia, y la perseverancia. Y después vas juntando herramientas que te van ayudando. 

Empezando por estudiar los comportamientos de las aves y de qué se alimentan, a qué hora hay más actividad, qué ambientes les gustan, porque yo por ejemplo cuando empecé me levantaba todas las mañanas 7 de la mañana, 6 de la mañana, me hacía el mate y me sentaba con una pila de libros de mi abuelo de aves a estudiar y leer y mientras observaba y sacaba fotos en mi patio. 

Así que yo creo que esa es la clave. Y de ahí bueno vas aprendiendo, técnicas de acercamiento, bueno, técnicas de fotografía, pero eso es aparte. Primero es aprender a acercarse, a veces no sólo acercarse, sino dejar que se acerquen a uno. Con técnicas como el Hide, un escondite que vos te escondés y esperas que las aves vengan a vos. Puede ser con comederos, hay diversas técnicas. Y a la hora de sacar la foto, ya ahí entra más lo técnico, que es muy subjetivo también, pero bueno, yo he ido tratando de perfeccionarla a la fotografía a lo largo de los años, y ahora busco un poco más fotografía creativa, darle mi impronta a las fotos, transmitir algo con las fotos, no sólo capturar el momento sino que diga algo. 


-¿Has participado en concursos?

-Sí. He participado en concursos. Nacionales e Internacionales. He obtenido algunos premios. Saqué 1er premio en 2021 en el Concurso de AFONA, Asociación Argentina de Fotógrafos de Naturaleza. Una asociación de la que formo parte, que está muy buena. 

He participado en concursos españoles, internacionales donde también he sacado menciones de honor, finalista, premios. En Yaguareté también, otro concurso argentino donde saqué el 1er premio. Así que sí, he participado.


-¿Qué cosas o alguna "pequeña locura" has tenido que hacer para llegar a sacar una foto en tal lugar de noche, anocheciendo, o en la madrugada para captar ese instante?

-Te cuento una anécdota más o menos reciente, no sé si es tan tan loca, pero bueno, es interesante y divertida para ir a fotografiar un Tucúquere, que es un búho que hay en las sierras, pero es escaso. Hay pocos y es difícil de ver. Sabíamos que andaba en Pampa de Achala en unas quebradas, en una montaña. 

Y bueno, gracias al dato que nos pasó un amigo, fuimos con un amigo fotógrafo, Juan Casas, a buscarlo. Llegamos ahí al lugar, Pampa de Achala, antes del amanecer, hay que siempre tratar de llegar temprano porque es la hora en que mejor luz hay y más actividad de aves y fauna. Llegamos ahí tempranito y estaba completamente neblinoso, completamente cubierto de neblina todo. Pero neblina casi llovizna que te mojaba. Y todo oscuro. Además llegamos como una hora antes del amanecer porque con la niebla encima y el sol más oscuro estaba todavía. 

Y bueno, estuvimos una hora en el auto ahí sentados, y en un momento dijimos bueno, vamos a buscar, vamos a ver, porque teníamos que salir a buscarlo, y no sabíamos si se iba a disipar la niebla. 

Así que bueno, agarramos la cámara y la mochila, para que no se moje, impermeable, y nos metimos a la quebrada a caminar. Pero el búho este es muy mimético, es un búho gigante, tiene 50 cms. Es muy mimético y se queda parado en las piedras, o en los árboles, en las quebradas, y no lo ves. Se queda como una piedra, y es del mismo color. Te juro que lo podes tener al frente y no lo ves. Eso sumado a que el día era completamente neblinoso, y lo teníamos que buscar en una quebrada que tenía un largo de  no sé, 500 metros. Teníamos que caminar los 500 metros buscando un búho en algún lado, entre las piedras, los árboles, no sabíamos donde estaba posado. Nada. 0 info. Bueno. 

Anduvimos toda la mañana caminando, nos mojamos completamente, porque estaba lloviznando, frío, mojados, nos resbalábamos, bueno, no lo encontramos. Cuando empezamos a volver, estamos volviendo y de repente estamos en cualquier lado, con toda la neblina que no veías ni a 10 metros, nos habíamos perdido y nos habíamos metido en un camino que no era, era en otra quebrada, así que más o menos yo tenía un screenshoot del google map del punto donde estaba el auto así que guiándonos por el relieve del screenshoot de las fotos seguimos, caminamos, encontramos la calle donde estaba estacionado el auto. Bueno, sin suerte nos volvimos. Eso fue toda la mañana. Nos volvimos a Córdoba. Y bueno, no hubo suerte. A veces pasa, es así.

Y otra vez mis viejos que me suelen acompañar también a hacer fotos, les gusta mucho la naturaleza. Ellos no sacan fotos pero observan. Dijeron bueno, vamos a ver si lo encontramos. Y allá fuimos otra vez.

Fuimos una mañana, despejado, hermoso, salimos a caminar, por la misma quebrada, habremos andado 2 horas caminando por la quebrada buscándolo, no lo encontramos, y yo dije, bueno, vamos a ver esta otra quebradita donde nos habíamos metido por error con Juan la otra vez. Vamos a ver si está, por ahí. Total era una quebradita más cerrada, podía estar ahí. 

Estábamos entrando a la quebrada y vino la neblina y cubrió todo la neblina. Empezamos a mojarnos, y yo dije bueno sino lo vimos antes, olvidate que lo vamos a ver. Y como siempre cuando pronuncias las palabras de que se te terminó la esperanza, aparece y salió volando de al lado mío de un tabaquillo gigante, salió volando el búho, el Tucúquere, y se metió en la niebla, y se posó en el paredón como en un lugar que no vimos pero no lo podía creer, no lo podía creer, la emoción que te invade en ese momento es inexplicable porque ver una nueva especie en ese lugar que para mí, a mi me encantan las montañas, es mágico. 

Así que avanzamos un poco más y lo vimos de nuevo y estuvimos ahí toda la mañana. Nos sentamos al frente, hicimos unos mates, en el paredón del frente digamos a 30, o 40 metros. Y estuvimos ahí mirándolo toda la mañana y en un momento cuando nos estábamos yendo yo bajé a la quebrada, digamos al fondo de la quebrada, no sé cuánto habrá tenido de alto, una quebrada no tan grande, para sacarle fotos desde abajo, desde el suelo y se había metido en unos árboles que no, en unos tabaquillos medio cerrado y entonces yo bajé a buscarlo y salió volando del árbol y se posó en unas perchas despejadas que es la de la foto, regalado como nunca, y yo estaba, yo no lo vi de hecho, pero ya había visto la percha y ya me había imaginado el sueño que sería que se pose ahí. 

Y cuando vi hacia dónde disparó del árbol, dije se fue a la percha. Y escucho que mis viejos me hablan desde arriba. Y me dicen, acá está. Y yo ya sabía, estaba seguro que había parado ahí. Y subí corriendo con la cámara en la mano, por la pared, no sé cómo. Porque subí corriendo por la pared vertical casi, por las piedras, subí rapidísimo y los vi a mis viejos quietos, y estaba el bicho parado en la punta del árbol seco, y no tenía más aire en los pulmones, estaba jadeando, no podía respirar, así que levanté la cámara y como pude encuadré y le tiré 5 fotos que de hecho hay una que está bien encuadrada, el resto están todas corridas porque yo no me podía quedar quieto de la respiración agitada porque subí muy muy rápido el paredón. Y le tiré 5 fotos y se fue. 


-¿A que lugar querrías viajar a sacar fotos? De Argentina o afuera.

-Me gustaría viajar a Tierra del Fuego que me encanta, nunca fui, pero me encanta, me llama mucho, y al Ártico, me encantaría ir al Ártico del Norte.


-Vi en Google que en la cuarentena creaste junto a tu papá un estanque para que los pajaritos tomaran agua y de paso allí pudiste sacar me imagino muchas fotos bellas. Era el lugar ideal para un fotógrafo, cuando ellos se bañan, se mueven, toman agua,comen, abren sus alas. 

-Sí en la cuarentena que estábamos encerrados mi casa que tiene un patio bastante chico. Es un patio, pero es chico. Lo que hice fue construír un estanque con unos pallets en los troncos, nos pusimos manos a la obra con mi papá, y construímos un estanque de 1 metro por 1 metro, y puse plantas para que mantengan el agua, incluso algunas mojarritas, y lo acondicioné todo para la foto. 

Digamos preparé todo el escenario con plantas naturales, piedras, tronquitos, y ahí venían las aves, empezarona venir a tomar agua y comer, pero tuvo mucho éxito porque se llenaba de pájaros, que no había visto en la zona por ahí o muy poco. Y al lado del estanque me hice un Hide, que te contaba que es como una casita, que puede ser una tela, y me escondía ahí, y desde ahí tenía como un estante para poner el mate, apoyar la cámara. Y unas telitas, unas cortinitas donde sacaba el lente, y de ahí sacaba fotos y me pasé la cuarentena ahí adentro. Estuvo muy bueno porque la verdad que pude sacar un montón de fotos gracias a eso.


Su red social es:

-Instagram: @serafinrobert.fotonaturaleza 


Disfrutemos de la belleza de su arte y de las aves, una de las cosas más maravillosas es observarlas y agradecer a Dios:

Tucúquere

Picaflor Rubí

Birro Colorado

Zorzal Colorado

Varillero Congo

Rayador

Flamenco


Picaflor Cometa

Gracias a Serafín por aceptar que lo entreviste. Un gran futuro le espera a Serafín. Todos los jóvenes tienen un talento. Hay que saberlo encontrar, y en esto tienen mucho que ver los padres. 

Leticia Teresa Pontoni.


Comentarios

Entradas populares de este blog

ANIKO KOLESNIKOVA, creando fantasía

LUISA ALBINONI,hola mami.

NANCI GUERRERO, logrando sueños