GINO BOGANI, cuando el glamour y la fantasía se unen
-¿Vestir a Juanita Viale es muy fácil? Creo que ella es tu musa. ¿No?
-Juanita es, no fácil, súper fácil para vestirla. Es más, yo le preparo y ella viene y prueba y siempre está encantada. Y la verdad es que cuando se prueba es extraordinaria. Bueno, indudablemente cuando tengo que pensar vestidos para alguien en este caso lo de Juanita es continuo, así que es como una mannequin continua que tengo e indudablemente es muy inspiradora. Pero también son inspiradoras cada una de las mujeres que viene para hacerse un vestido, tengo que inspirarme en cada una de ellas.
Juana es, bueno, mi nueva musa inspiradora desde hace ya cuatro años. Adorable, nos entusiasmamos y nos divertimos muchísimo en las pruebas, somos muy cómplices. Nos reímos mucho, y eso es muy importante.
-¿Cuándo decidiste sacar tu primer perfume y porqué?
-Hacía mucho tiempo, hace ya muchos años en el 2008 creo o 2003, no me acuerdo, pero no se daban las condiciones, mi exigencia, nada me convencía, y hasta que Cannon me propuso, y se dio así como a mi me gusta. Pero fue un deseo que tuve siempre, lo que pasa que como tantos otros deseos, y de cosas que me han ofrecido pero no se ajustan a mi estilo, a lo que yo creo que podría responder con calidad al público, a mis clientes que me siguen de tantos años y bueno, yo soy exigente conmigo mísmo, imaginate con los demás.
-¿Quién fue Alma en tu vida? Tu mamá, un ser súper especial y único.
-Como todas las madres, como todas las madres para todos, para cualquiera de todos nosotros. En este caso, en mi caso, mamá fue la que tuvo la paciencia y el entusiasmo de quedarse horas y horas probando cuando yo recién empezaba, y entonces como ella tenía las medidas de una mannequin, no tenía tal vez la altura por eso la paraba cuando tenían que ser vestidos largos, angostos, de línea lápiz o columna, sobre guías de teléfono que las regulaba según la altura de la mannequin. O sino en unas tarimas que había hecho hacer especiales para vestidos largos con volumen. Los vestidos cortos directamente, bueno, no necesitaban nada.
Pero, al margen de lo que es la madre, el amor, el afecto, todo lo que todos sentimos por nuestras madres, siempre fue muy, mis padres los dos me dieron mucha libertad, pero fueron muy exigentes. Cosa que ahora agradezco, ahora desde hace ya muchas décadas agradezco que hayan sido así conmigo. De mi madre qué se puede decir, mi madre es mi madre. Indudablemente en este caso, lo que pasa es que éramos cómplices. Mamá, papá y yo éramos como amigos.
Yo viví con ellos hasta, tenía treinta y pico de años y cuando me vine a vivir solo. Pero no me vine a vivir, me vine a trabajar donde estoy ahora todavía y como el lugar es grande y me tenía que quedar después a altas horas de la madrugada había hecho instalar un cuarto, después dije...yo me podría quedar a vivir acá. Y bueno fue así.
Mi relación con mis padres fue extraordinaria, tanto con mamá y con papá éramos amigos. Y me encantaba. Íbamos al teatro, al cine. La prioridad eran ellos. Eso no significa, no hay ningún complejo edipístico digamos o de Edipo, porque también discutíamos mucho, no mucho, no por cosas personales, siempre era por cosas relativas al trabajo, puntos de vista. No estar de acuerdo con determinada o cual persona. No solamente eran mis padres sino que eran mis amigos. eso es algo extraordinario que tuve. Por suerte, por suerte tuvieron esa exigencia y esa libertad que me dieron, pero con límites.
-¿Cómo fue tu llegada a Argentina desde Italia? ¿Fueron a vivir a Mar del Plata?
No, llegamos papá, mamá y yo, los tres juntos vinimos porque el hermano mayor de mamá vivía en Rosario. Con mamá eran quince hermanos y él el mayor y bueno, en el año 48' fue, unos años después de la guerra y tanto insistió que bueno, nos vinimos. Mamá se hubiese vuelto en el acto. Y después con el tiempo adoró, adoró siempre la Argentina por más que viajaba pero ella adoraba todo de la Argentina. Pero el primer momento no, pero el primer momento no.
Así llegamos, pero no fuimos a vivir a Mar del Plata, fuimos a veranear a Mar del Plata casi cuando llegamos porque era verano y mi tío nos llevó, que era lo normal ir a Mar del Plata. Y bueno, nada, después nos volvimos y nos vinimos a vivir a Buenos Aires. Después de Buenos Aires seguíamos yendo a Mar del Plata en el verano. Hasta que mamá con papá decidieron quedarnos allá y nos quedamos allá casi diez años y allí fue donde empecé.
-Así que querías ser actor. ¿Qué le sucedió en el camino a ese jovencito que quería ser actor?
-No, no, no. Sí, me encantaba indudablemente el cine y el teatro. Vi mucho cine desde muy chico por eso te dije anteriormente que me dieron mucha libertad, ese tipo de libertad digamos de cine, de teatro, de libros y todo eso no tuve ningún problema, he podido hacer lo que quería. En otras cosas como te dije antes no. Pero me gustaba, sí. Pero no es que decía, yo quiero ser actor.
Me gustaba la idea, me gustaba de hecho hice mucho teatro amateur, y también hice algo profesional en Buenos Aires pero la moda fue una cosa que, no fue que dije..ay si yo quiero hacer moda, quiero trabajar en la moda, fue una cosa circunstancial,fue una forma de vida.
En el año 58' cuando decidimos poner una boutique digo decidimos porque como te dije antes, como éramos muy de conversar todo, éramos como amigos a pesar de que yo era bastante chico. Dentro de las cos digamos que yo podía hablar con ellos hablábamos todo. Y a los 16 años pusieron una boutique y bueno el que elegía y decía, esto si, esto no y después yo empecé a hacer las blusas con los pañuelos. Fue una forma de vida, no fue ah...yo quiero.
Después lógicamente con el tiempo y como se diría a pedido del público, en realidad fue Fifa Iriondo, una cliente mía que cuando nos volvimos a vivir a Buenos Aires me dijo:-No, pero vos tenés que seguir, tenés que hacer desfiles. Bueno, conclusión, así empieza mi vida con la moda y se fue desarrollando y me fue entusiasmando, enamorándome de ese trabajo porque era, al ser tan creativo, eso fue lo que me hizo sumergirme y dedicarme a la moda.
Pero nunca pretendiendo, era una forma de vivir, pero nunca imaginé que iba a trascender, y que yo iba a poder dar tanto como para que la gente me eligiese de la manera que me eligió. Todo se fue dando naturalmente. Nadie me hizo prensa. Digo porque me han preguntado muchas veces:-¿Y a vos quién te hizo la prensa? Nadie me hizo nada. Yo lo único que hacía era dedicarme, trabajar. He trabajado mucho, sigo trabajando, me encanta porque me entusiasma mi trabajo. Me entusiasmo con la idea de un vestido, ya sea, de una clienta, una novia, las chicas de 15.
Y bueno en este momento Juana también,o en las colecciones o los desfiles, yo sigo con el mismo entusiasmo. El día que no tenga más el entusiasmo entonces no trabajaré más. Algunos me preguntan, mejor dicho no me preguntan, me mandan a decir porqué no dejo lugar a los jóvenes. Yo no le quito lugar a nadie. Como no le quité yo lugar a nadie cuando yo era joven. Yo no quise ocupar el lugar de nadie. Y había en esa época muchas casas de alta costura importantes. Pero yo no quería ser como ninguna de esas. Quería ser diferente. Eso si. Pero porqué, no entiendo eso de que a veces me dicen que tengo que dejar lugar. Es como si yo prohibiera a alguien que trabaje. Tan absurdo y tan ridículo. A veces hay gente que dice cosas ridículas. Tal vez yo también las diga. Pero tan ridículo me parece absurdo. Mientras tenga entusiasmo seguiré trabajando en la moda.
-Tu negocio sigue adelante a pesar de los vaivenes de nuestra economía. ¿Cómo has sobrevivido a todo esto?
-Los vaivenes siempre hubo desde que tengo uso de razón, toda la vida hubo vaivenes. Toda la vida hubo que hacer sacrificios, toda la vida hubo que soportar, seguir adelante, o que baja el dólar, o que sube el dólar, o que se va uno, que viene el otro. Así desde que tengo uso de razón.
Mi entusiasmo, mi entusiasmo de mi trabajo fue el que me hizo seguir adelante siempre, haciendo sacrificios pero gustándome lo que hacía, indudablemente no es fácil trabajar así. Pero bueno, así tuve que hacerlo.
-¿Cómo imaginas un vestido de novia? Seguro que la ves a la futura novia una primera vez y ya te das cuenta que vas a diseñar, o luego lo ves sobre tu bloc de dibujo.
-Yo primero conozco a la novia , la observo, la estudio, le hago preguntas sobre lo que tiene ganas de tener, en fin, todas las novias sueñan..ah yo quisiera tener...tal cosa...y a veces sueñan bien. Pero a veces sueñan mal. Entonces trato de que mi experiencia le sirva. No, no lo dibujo. Es la novia la que me inspira. Y le preparo el género, le muestro el género, le explico como va a ser. Y todo siempre para ayudarla y poner en valor lo mejor de ella y ocultar si tiene algo que ocultar que no se note.
Pero no, no hago dibujos. Lo transmito con lo que les cuento, con lo que les hablo, con la palabra y los gestos y el género. Esa es mi forma de hacer los vestidos de novia desde hace muchos años. Humildemente te voy a decir, como Balenciaga, Balenciaga no hacía bosquejos de vestidos. Para ser más claro, el pensaba el vestido, y después tenía alguien que le hacía el dibujo. El trabajaba sobre el cuerpo como hago yo. Sobre el cuerpo o sobre el maniquí es la única manera como yo trabajo. Hago a veces algún diseño cuando tengo que darle proporción a ciertos cortes, a ciertas proporciones de cortes de vestido, pero dibujar, dibujo sobre el cuerpo o sobre un maniquí. Esa es la única manera que yo trabajo. Hasta ahora por lo visto funcionó.
Sus redes sociales:
-Instagram: @ginoginobogani
-Facebook: Gino Bogani Design
-Sitio Web: www.ginobogani.com.ar
Gracias enormes a Gino por haber aceptado pasar por mi blog dejando su enorme talento flotando por acá.
Leticia Teresa Pontoni.
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